¿ Y tú que hubieras hecho ?

¿AMAR O DEPENDER?

 

¿Que tan dispuestos estamos a sufrir por alguien?

 Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura.

Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía más riquezas que amor y perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:

Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de mi amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas .Ésa es mi dote…

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar. Tendrás tu oportunidad: Si pasas la prueba, me desposarás.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve, y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena.

Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos. Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la infanta, el joven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa:

¿Qué fue lo que te ocurrió? ..Estabas a un paso de lograr la meta. ¿Por qué perdiste esa oportunidad?. ¿Por qué te retiraste?.

Con profunda consternación y algunas lágrimas mal disimuladas, contestó en voz baja: No me ahorró ni un día de sufrimiento… Ni siquiera una hora… NO MERECÍA MI AMOR.

 

 

En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame ni te comprenda, y menos aún, quién te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin mala intención, puede que te merezca, pero no te conviene…

 

 

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4 respuestas a ¿ Y tú que hubieras hecho ?

  1. Carolina dijo:

    ke razón tiene…. Pena que no siempre se aplique el cuento y la gente ceda a hacer de tó x subnormales princesas o principes.besitos

  2. lidia dijo:

    ya ves goyicoo!!! me a molaooo la historieta esta eh?? yo e sio una tonta x aguantar tanto y despues aleee una pata y si te e visto no me acuerdoo!! pero de estas cosas se aprende!! ya no me volvera a pasar jeje !! besazoooooooosssss!!!!!! 😉

  3. paqui dijo:

    es cierto pero sabes ,no siempre uno piensa si esta bien o mal,tampoco si a uno lo merecen ,aveces las cosas ocurren sin mas y para cuando uno se despierta  todo a sucedido ya .entonces solo queda que darse con lo bueno ….
    por cierto ¿que tal aquel concierto del  "tio isma" hace unos mesecillos en valencia ? ………un besico …….

  4. marina dijo:

    k bonico feo……….es la mayor cursilada k e leido nunca pero esta preciosisima jijiji aver donde te metes k estoi siglos sin saber de ti merlusikoooo besikos wapetonnn tengo ya ganas de k ablemos dew :********

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